El pasado viernes se estrenó en los Cines Renoir la película Frozen River. Salvo a los cinéfilos, este título no dirá mucho a los espectadores. Se trata de un film de bajo presupuesto y que por lo tanto no tiene dinero para invertir en fastuosas campañas publicitarias. Tampoco es una obra donde la pirotecnia hueca y los efectos especiales de última generación sean las estrellas de la función. Es además el primer largometraje de su directora, Courtney Hunt, también guionista, y en su reparto no hay nombres populares pero sí buenas interpretaciones. Destaca especialmente Melissa Leo, actriz con más de 80 actuaciones para cine y televisión. Quienes gocen de buena memoria pueden recordarla en 21 gramos (21 Grams, Alejandro González Iñárritu, 2003) o Los tres entierros de Melquiades Estrada (The Three Burials of Melquiades Estrada, Tommy Lee Jones, 2005). El trabajo de Hunt ha ganado más de 20 premios internacionales, sobresaliendo el Gran Premio del Jurado obtenido en el Festival de Sundance y la Concha de Plata a la Mejor Actriz lograda en el Festival de San Sebastián, ambos en 2008. Afortunadamente ha llegado a la cartelera zaragozana, por supuesto sin hacer mucho ruido, pero corre el peligro de pasar desapercibida y desaparecer muy pronto de la exhibición en salas. Nos gustaría que no fuese así, pues creemos que merece la pena que la vea el mayor número de gente posible. Una película sencilla en su planteamiento, con un guión bien escrito, seca en su narrativa, muy humana en su fondo y que nos habla de algo universal: la lucha por la supervivencia en un mundo hostil y la comunicación entre personas aparentemente diferentes y distantes. No os la perdáis. Os la recomendamos fervorosamente.
Sinopsis: Ray Eddy está a punto de comprar la casa de sus sueños para su familia. Pero cuando su marido, amante del juego, se larga con el dinero, Ray se queda sola con sus hijos y completamente arruinada. Mientras intenta dar con su marido, conoce a Lila Littlewolf, una joven india mohawk que le propone un plan para conseguir dinero fácil. El riesgo es elevado: se trata de introducir inmigrantes clandestinos a través del helado río San Lorenzo, con patrullas fronterizas en ambas orillas. Desesperada por ganar dinero, Ray acepta la oferta: ella conducirá el coche y las dos compartirán las ganancias. Al principio, la capa de hielo es gruesa; pero, a medida que ésta se va haciendo más fina según pasa el tiempo, Ray y Lila se darán cuenta de que trasladar inmigrantes tiene su precio.
Frozen River puede verse en los Cines Renoir (C/ Luis Bermejo, s/n), en sesiones de 16:20, 18:30, 20:40 y 22:45 horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario