Los emigrantes siempre han tenido un destacado protagonismo en ediciones anteriores de la Muestra. Las causas que llevan a las personas a dejar su hogar, lo que les sucede en el trayecto y en el lugar de destino, sea transitorio o definitivo, son, por desgracia, un foco habitual de vulneración de los Derechos Humanos. Da igual que hablemos de refugiados, desplazados o de migrantes en general. Hay muchas historias en los 281 millones de personas que han emigrado en el mundo, el 3'6% de la población, según la estimación del año 2020. Relatos de dolor y esperanza que nos muestran cómo estos viajes forzosos no solo se producen por motivos económicos sino también por las guerras, el cambio climático o persecuciones de distinto signo. También el otro lado, el de los que al ver todo esto se cruzan de brazos o se tapan los ojos, pensando que es algo ajeno a ellos, y el de los que deciden actuar para intervenir en un hecho en el que los gobiernos de cada país no suelen estar a la altura. Este año, la emigración va recorrer muchas de las películas que veremos, convirtiéndose en un eje fundamental entre los temas de la Muestra, que también se fijará en el cambio climático, la situación de la mujer -siempre muy presente- o la memoria histórica. Por eso hemos elegido como imagen de este año un fotograma de Aita Mari, uno de los títulos que se podrá ver y que representa mucho de lo que hay, sin necesidad de más palabras, en los procesos que sufren los emigrantes.
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